José Sánchez posee una prolífica producción de
escritos sobre la historia y los sucesos acaecidos en Dos Hermanas durante la
República y Guerra Civil. Suelen ser artículos, biografías, comentarios…, que
en buena parte han sido publicados en la revista local de feria de este
municipio.
En Abril de 1.976, José Sánchez y otros vecinos
del PSOE y CNT, propusieron realizar una relación de los vecinos asesinados por
los fascistas durante la Guerra, relación que después de más de 30 años, cuenta
con 133 personas identificadas, incluso con su filiación política, aunque se
piensa que pueden faltar algunos (145 son los que contabiliza García Márquez).
Contaba la CNT, en los meses previo al golpe del
36, con varios miles de afiliados y, junto con la UGT, proclamaron la huelga
general, a la que se sumaron las demás organizaciones de izquierda, una vez
conocido el golpe; creándose unas patrullas republicanas de vigilancia y
control bastante mal armadas. Se levantaron barricadas en diversos lugares del
pueblo a la espera de las armas que el Gobernador Civil había prometido enviar,
y que nunca llegaron. Fue en la madrugada del día 20 cuando se incendió la
iglesia, parece ser, desde dentro, sin ningún tipo de asalto a la misma, por lo
que se mantiene la duda de si fueron los propios derechistas los que la
incendiaron para cargar las culpas a los obreros ya que en la tarde de ese
mismo día entraron las tropas fascistas en Dos Hermanas, efectuando de
inmediato los asesinatos de 5 personas a las que, curiosamente, se les practicó
la autopsia y enterradas con ataúdes en el cementerio en tumbas con una pequeña
señalización, todo ello sufragado por el Ayuntamiento. Tal vez pensando los del
consistorio que la represión quedaría ahí, ya que ninguna persona de derechas
sufrió daño o desmán alguno en el municipio.
Los, alrededor de 140 represaliados de Dos
Hermanas están repartidos, fundamentalmente, entre el cementerio de Sevilla,
Alcalá de Guadaíra, y la propia Dos Hermanas.
Se conocen dos fosas en Dos Hermanas, ambas
dentro del cementerio. La primera, una fosa común, según los comentarios, con
bastante más de 1.000 personas y situada en el extremo derecho posterior de la
entrada principal. Y una segunda individual, ubicada en la parte central del
cementerio, bajo una cruz.
Sobre esta primera fosa común, José Sánchez,
escribió, como la titula él, una Historia de la fosa común de Dos Hermanas,
donde describe las características de la fosa, su modo y fechas de
funcionamiento y el posible número de víctimas que la ocuparían. Todos estos
datos sacados de conversaciones del propio José, cuando aún éstos trabajaban en
el cementerio algunos años después de la Guerra, con los sepultureros de la
época que excavaron la fosa y se encargaban de enterrar, con cal y arena, los
cadáveres que diariamente llegaban en camiones.
Según los datos que aporta José en este
documento, la fosa tendría una profundidad media de 3 metros, además, el muro
más cercano a la fosa fue derribado para que el camión que llevaba los
cadáveres no tuviera más que volcar su macabra carga, desde donde los
sepultureros colocarían en el lugar correspondiente dentro de la fosa. José
también aporta en su escrito la cifra de 1.500 represaliados en la fosa, que
procederían de Dos Hermanas, Sevilla, Los Palacios, además de otros pueblos del
entorno. La fosa estuvo funcionando desde el primero de Agosto del 36, hasta
Febrero del 37.
En esta fosa también se encontraría el médico
sevillano Jesús Martínez Martínez, fusilado en Agosto del 36, cuya familia,
unos meses después, pidió al alcalde de Dos Hermanas la posibilidad de
recuperar los restos de su familiar, a lo que el alcalde respondió que era
imposible identificar los restos de Jesús Martínez entre los centenares de
víctimas que en la misma fosa se encontraban. Pero sí permitió a esta familia
la construcción de un monumento en homenaje a su familiar justo encima de la
fosa, con una lápida con el nombre y fecha de la muerte de este médico y,
encima de ésta, una cruz. En 1.986, el Ayuntamiento adecentó y amplió, con
diversos elementos decorativos, esta lápida homenaje, generalizándola al resto
de las víctimas con otra placa, además de la anterior.
Parece que la mayor parte de los fusilados que
ocupan esta fosa fueron fusilados en la zona conocida como El Barranco, en el
kilómetro 4 de la A-8032, antigua Nacional IV, en dirección a Sevilla. Otros
lugares menos significativos de fusilamiento fueron la Cuesta de Sánchez, y la
Vereda de la Real Armada a la altura de la Hacienda Ibarburu.
Sobre la segunda fosa se tienen menos datos, y
sólo contaría con los restos de una persona, según dice José, sería una mujer
embarazada de nombre Matilde Suárez Trigueros, La Gitana de 30 años, parece que
afiliada al Partido Comunista y fusilada el 1 de Enero del 37 en el mismo lugar
donde fue enterrada, en la parte central del cementerio, donde actualmente hay
una cruz en una especie de pequeña zona verde. En su relación de víctimas de
Dos Hermanas, José Sánchez añade la siguiente nota sobre esta persona: Hecha
prisionera en el frente de Córdoba por los fascistas sobre el 21/12/36, fue
juzgada de forma sumaria y condenada a muerte y entregada a los falangistas y
Guardias Civiles de Dos Hermanas, para que se dieran el gustazo de torturarla y
asesinarla.
Cuenta además el cementerio con un homenaje, en
forma de alegoría, a la II República y a las víctimas que la defendieron,
situada muy cercana a uno de los extremos de la fosa, inaugurada en 1991 en
conmemoración del 60 aniversario de la proclamación de ésta.
Sobre la segunda fosa se tienen menos datos, y
estaría ubicada en la parte central del cementerio, donde actualmente hay una
cruz en una especie de pequeña zona verde.
En época más o menos reciente, años 90, se
construyó la cruz sobre la mencionada fosa.
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